La Sala Renascença es, en primer lugar, una zona de circulación de personas.

Esta sala se ha diseñado y adaptado para funcionar como otro bar de la Casa da Música. Detrás de la puerta que aparece entre los azulejos, hay una cocina que sirve de apoyo a algunos eventos que se organizan en este espacio.

El nombre de la sala proviene de los azulejos que la recubren. El diseño de los azulejos está formado por dos paralelogramos y un cuadrado de colores azul, verde y blanco. La inspiración pudo haber venido de las fachadas de algunas casas centenarias situadas principalmente en algunas zonas históricas de la ciudad de Oporto que en el siglo XIX tenían motivos semejantes. Estos azulejos fueron pintados a mano por la fábrica Viúva Lamego.

La Sala también provoca un llamativo efecto de perspectiva que se desarrolló ampliamente durante el Renacimiento europeo, en el siglo XVI, una época de explosión cultural, artística y, sobre todo, científica. Fue durante este periodo cuando se empezó a explorar realmente el uso de la perspectiva tridimensional en la pintura y el realismo que presentaba la perspectiva cónica.

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