Al igual que otros espacios de la Casa, la Sala Naranja se ha desarrollado de forma multifuncional, pero se utiliza principalmente como apoyo al Servicio Educativo. Es uno de los pocos espacios de la Casa da Música accesibles al público donde no hay luz natural directa. Para compensarlo, se ha aplicado un juego de luces que se proyecta sobre la rampa enmoquetada -principal atractivo de la sala para los niños- jugando con el concepto de ventana trampantojo. El propio color naranja de la moqueta condiciona las emociones de quienes entran en la sala: transmite una sensación de proactividad y energía, y ayuda al proceso cognitivo de los participantes en los numerosos talleres que allí tienen lugar.

En la Sala Naranja también hay un instrumento llamado Sound Space, parte integrante de los Hot Spots de Casa da Música. Sound Space reacciona no sólo a la presencia sino también a la posición de un cuerpo, variables que influyen en los sonidos previamente introducidos en su sistema. El movimiento coreografiado de las personas permite crear espacios melódicos, muy útiles para el desarrollo psicomotor de los más pequeños.

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